- Post I: Fatiga pandémica
- Recordando conceptos…
- ¿Qué es el Mindfulness?
- ¿Cómo observamos?
- Resiliencia
- Curiosidad y Creatividad
- Conclusión
Recordando conceptos…
En el post anterior hablábamos del concepto de fatiga pandémica, y contábamos algunas recomendaciones facilitadas por universidades españolas y autores internacionales para hacer frente a esta situación en términos psicológicos y desarrollar una mente saludable.
Pero también enfatizábamos en la idea del importante papel que tienen las organizaciones, y cómo aquellas que son responsables y mantienen una cultura centrada en el empleado pueden ayudar a su plantilla, facilitando recursos para manejarse en esta situación.

Este es el objetivo que queremos alcanzar con nuestro programa “Actúa”: favorecer una mentalidad de crecimiento que nos ayude a afrontar esta situación de la mejor manera, identificando y actuando sobre aquellos aspectos en los que individualmente tenemos poder de influencia y facilitando estrategias para aliviar el malestar psicológico que nos producen aquellas otras circunstancias que se escapan a nuestro control.
Este programa tiene como base la disciplina de Mindfulness.
En él, estamos aprendiendo tanto la teoría, desde un punto de vista de excelencia académica, como la forma de adentrarnos en esta disciplina, para poder transferirlo a nuestra vida cotidiana y dotar al programa de relevancia práctica.
¿Qué es el Mindfulness?
La traducción literal de Mindfulness al castellano podría ser algo así como “Consciencia Plena”.
Pero a nosotros, nos gusta definirlo como habilidad de la atención, por medio de la cual observamos la experiencia que acontece en el momento presente, con una actitud serena y neutral.
Cuando hablamos del momento presente, hacemos referencia a todos los eventos que acontecen aquí y ahora. Ya sean eventos externos que provocan nuestras circunstancias, como estados emocionales y pensamientos procedentes de mi interior, con independencia de que su naturaleza sea positiva, negativa o neutra.

¿Y cómo observamos?
Pero no observamos de cualquier manera, sino que adoptamos una perspectiva serena, que significa no dejarnos llevar por el primer impulso al que nos invitan las emociones y, por lo tanto, impedimos que secuestren nuestra atención y enturbien nuestro foco, provocando reacciones automáticas en las que no interviene nuestra intención o voluntad. Evitamos el “Secuestro Emocional”.
También es importante ser ecuánimes y observar la realidad de forma neural, evitando que nuestros propios juicios, creencias o pensamientos nublen nuestra mirada.
La habilidad del Mindfulness, por tanto, nos ayuda a ser más conscientes de nuestras circunstancias, de nosotros mismos y las reacciones que activamos automáticamente cuando se activa el mecanismo del estrés.
Cuando prestamos atención a todo esto podemos elegir cambiar la respuesta que emitimos, optando por otros comportamientos que resulten más adaptativos y equilibrados.
Este programa nos ayuda a comprender el mecanismo del estrés para RESPONDER, con consciencia, intención y no REACCIONAR de forma inconsciente e impulsiva.
Pero en este programa no sólo estamos trabajando aquellos aspectos que llevan implícitos el mecanismo del estrés, sino también otros aspectos colaterales, con los que mantiene un juego recíproco de influencias, como son:
- La comunicación.
- La gestión de conflictos.
- La gestión del tiempo.
- El teletrabajo.
- Etc.
Además, está suponiendo un impulso para reforzar algunos pilares que son esenciales en nuestra cultura corporativa, como son la Resiliencia y la Innovación.
Resiliencia

La resiliencia es un concepto importado de la física, que la RAE define como:
“Capacidad de un material, mecanismo o sistema para recuperar su estado inicial cuando ha cesado la perturbación a la que había estado sometido”.RAE
Su acepción en el ámbito psicológico quedaría definida como:
“Capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversas”.RAE
En definitiva, hablamos de la capacidad de “doblarnos sin partirnos”.
En un entorno VUCA, cada vez más volátil, incierto, complejo y ambiguo, la resiliencia se torna una capacidad esencial. No sólo en el entorno profesional sino también en nuestra vida cotidiana.
En las circunstancias actuales, puede parecer que nuestra existencia se convierte en una lucha constante. Pero si hay algo en lo que destacamos los seres humanos, es en nuestra capacidad de adaptación.
Con independencia de las circunstancias, siempre contamos con la oportunidad de elegir la actitud que queremos mostrar ante ellas. En palabras de Viktor Frankl:
“La distancia de los acontecimientos externos y la respuesta que damos a ellas puede ser la única (y más radical) libertad humana que tenemos. Así, cualquier esfuerzo por construir, ampliar y enriquecer, con las posibilidades “del espacio de libertad”, entre los acontecimientos externos y las respuestas que damos a ellos es crear un espacio para los seres humanos para responder creativamente a su propia vida”.Viktor Frankl
En Hocelot promovemos una actitud positiva ante los reveses de las circunstancias, entendiéndolos como una oportunidad para la reflexióny la mejora continua en todos nuestros ámbitos de actuación.
El Mindfulness nos permite dominar la pausa y afrontar estos reveses inevitables con más sabiduría.
Curiosidad y Creatividad
Si hay algo que nos caracteriza en Hocelot, es la INNOVACIÓN, y los dos pilares que pueden provocar la innovación, son, sin duda, la curiosidad y la creatividad.
La curiosidad nos permite hacernos las preguntas correctas y guiarnos en un entorno constantemente incierto. Supone un bálsamo frente al miedo y nos permite mostrarnos abiertos a nuevas ideas, a aprender nuevas formas y desaprender las obsoletas.
El Mindfulness nos ayuda a mantener una “Mente de principiante”, caracterizada por una observación curiosa e inquieta.
Con respecto a la creatividad, decía Picasso:
“Cuando llegue la inspiración, que me encuentre trabajando”.Pablo Picasso
Se puede pensar que la creatividad es algo innato, que tenemos o no, que tiene que ver más con el arte que con el método/proceso. Pero nada más lejos de la realidad.
Cerebralmente, el proceso creativo contiene 3 fases:

- Focalización: se trataría de observar la naturaleza del asunto que queremos resolver de forma creativa, neutral y atenta. Es decir, introducir “inputs” en nuestra mente.
- Curiosidad: tratamos de ampliar nuestra mirada del asunto, forzando a nuestra mente a pensar en diferentes direcciones. Los hechos objetivos, nuestros sentimientos o intuiciones al respecto. Los peligros, dificultades o riesgos que nos acechan. El lado positivo de las cosas y los caminos creativos para seguir avanzando.
- Incubación: consiste simplemente en dejar trabajar a nuestra mente inconsciente. Durante los pasos anteriores, hemos introducido los inputs que suponen la semilla de la siembra y hemos creado las condiciones para que nuestra mente nos brinde la solución, de forma inconsciente para nosotros.
Conclusión
La evidencia científica avala que el Mindfulness favorece el pensamiento creativo, por lo que sólo nos queda seguir practicando…

¡Seguimos trabajando para mantener una actitud más resiliente y creativa ante las circunstancias!